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| Abogado, Consultor y Docente Universitario |
Nos encontramos en una recesión global, algunos autores le están llamando depresión. Es importante tomar decisiones de inversión inteligente, especialmente haciendo un análisis de la crisis económica. Pero realmente ha sido el COVID-19 el causante de todo esto, considero que no, el verdadero crash de los mercados se dio en septiembre de 2019, cuando los sistemas bancarios iniciaron un punto de implosión.
Dicho momento se produce en virtud del mercado de repos. Es un mercado bancario en donde es usual que los bancos se presenten dinero entre sí pero por períodos muy cortos de tiempo, ya sea por 24 horas a 48 horas. A finales de septiembre de 2019, el mismo sufrió un colapso, el cual fue resentido por los sistemas, pero realmente era la punta del iceberg.
Los fondos de cobertura, los fondos mutuos y fondos de inversión, y las grandes instituciones financieras se quedaron sin dinero, por lo que las solicitudes de préstamos en el mercado repo se disparo más de lo usual. Bajo una amenaza de la FED de bajar las tasas de interés, la desconfianza se apoderó de los mercados, iniciando un tema de inestabilidad. Esto llevo a ofrecer tasas de intereses mínimas en los productos bancarios, permitiendole a más consumidores acceder a préstamos, hipotecas, bienes y servicios que por lo general no tuvieran acceso.
Si analizamos el comportamiento de los mercados de valores para diciembre 2019, los indicadores se encontraban en máximos históricos, y el desempleo de EEUU se encontraba en mínimos, dando popularidad a los políticos y los responsables de la toma de decisiones, pero los que les dábamos seguimiento al tema, no sabíamos cuando, ni cómo iba a suceder el gran colapso, incluso hasta llegue a pensar en el inicio o propiciación de una amenaza de guerra, como es usual de las grandes potencias para salvar sus economías en picada.
De repente, surgió el COVID -19, el santo grial para las decisiones de grandes estamentos; en donde nos encerraron por 3 meses, y aún hay países con economías totalmente paralizadas, creando una gran desfase entre las economías de los países, y los niveles de endeudamiento de los Estados.
La gran pregunta es ¿hasta dónde llegaremos?, el tomar decisiones de inversión de forma inteligente, y bien consultada es vital, y aquellas empresas que se prepararon para el tiempo de las vacas flacas, son las que saldrán más libradas, sin dejar de lado aquellos negocios que se reviente y sean resilentes ante esta situación, les invito a que nos informemos de lo que realmente esta sucediendo, para que de esta forma nuestras decisiones de inversión sean las más resistentes a situaciones difíciles como esta.
Oscar J. Rawlins Rodríguez.
