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Oscar J. Rawlins Rodríguez. Docente Universitario. |
¿Es este tipo de metodología aplicable a educación? Definitivamente sí. Las nuevas metodologías, las consideradas como más innovadoras, están cada vez más preocupadas y enfocadas porque el alumnado deje de ser un sujeto pasivo para ser un agente activo en su propio proceso de enseñanza-aprendizaje.
La co-creación realmente es algo que puede estar muy relacionado con la inteligencia colectiva, la cual es definida como la inteligencia que surge de la colaboración de muchos individuos. Ambos términos están íntimamente ligados con las nuevas tecnologías.
Es sabido por todos los docentes que las tareas y actividades grupales son beneficiosas para el alumnado, ya no solo para que ellos mismos sean capaces de desarrollar su inteligencia interpersonal y aprendan a desempeñar distintos roles y a empatizar con sus compañeros, sino para entender las distintas figuras que existen en un grupo y fomentar una comunicación fluida con sus compañeros así como un pensamiento crítico y un juicio de las opiniones que se dan en dichas actividades.
Pero la co-creación y la inteligencia colectiva van un paso más allá, ya que con ella podremos buscar que sea el propio alumnado el encargado de decidir cuáles son sus necesidades y cómo se pueden solucionar. De esta forma estaremos consiguiendo también una motivación en el alumnado al verse totalmente implicados y los encargados de conocer qué van a aprender y de la manera en la que lo van a hacer.
Pero son muchos los aspectos que se desarrollan con la co-creación en el aula, ya que el alumnado necesita un diálogo constante, lo que fomentará el desarrollo de las relaciones interpersonales así como un desarrollo del lenguaje al necesitar expresarse continuamente con sus ideas y pareceres.
La co-creación ha venido para quedarse, y su aplicación en el aula puede ser esencial para adaptar al alumnado a lo que se va a exigir en el mercado el día de mañana.
Oscar J. Rawlins Rodríguez.
Consultor/ Pedagogo/ Abogado.